Miedo a la Intimidad Emocional (Parte 4) : El Miedo Que Paraliza

"Los adictos a la evitacion temen la intimidad porque están convencidos que se aprovecharán de ellos y se verían absorbidos y controlados por ella.Al mismo tiempo los adictos a la evitacion temen verse abandonados.Puesto que no tuvo en su infancia contacto en su niñez con otro ser que aliviara su dolor, temor y vacío de abandono, no aprendió que una relación puede aliviar una experiencia de abandono.Evita ser conocido por el otro por su temor a ser usado, controlado o manipulado como lo fue en su infancia. Se reserva informar, dar todos los datos, descubrirse por completo llegando incluso a falsificar o manipular la información que da, le hace parecer poco transparente o tramposo."



El estar enamorado, el poder dar y recibir, todas esas cosas empiezan con un ser que es capaz de amarse totalmente a sí mismo.

Toma por ejemplo el caso de Noah, un hombre maduro que pretendía amar tiernamente a su mujer y a sus hijos. Para demostrarles su cariño les compraba regalos caros, les costeaba vacaciones lujosas y tenía buen cuidado, cuando se ausentaba en viajes de negocios, de firmar siempre sus cartas con la palabra "amor". Sin embargo Noah nunca lograba decir a su mujer y a sus hijos que los amaba. Y tenía el mismo problema con sus padres a quienes quería mucho también. Noah quería pronunciar las palabras que a menudo le pasaban por la cabeza y sin embargo se atoraba cada vez que trataba de decir "Te amo".

En la mente de Noah las palabras "Yo te amo" lo dejaban al descubierto. Si él decía "Yo te amo" alguien tenía que contestar "Yo también te amo, Noah". Su declaración de amor tiene que encontrarse con una afirmación de su propio valor personal. El decir esas palabras implicaba un riesgo demasiado grande para Noah, porque podrían quedar sin respuesta y entonces todo su valor se ponía en duda. Si, por otro lado, Noah pudiese empezar con la premisa de que él era amable o querido, no tendría ninguna dificultad en decir "Yo te amo, o "Yo te quiero". Y si no le respondían con el deseado "Yo también te amo, Noah", él vería que eso nada tiene que ver con su propia autovaloración puesto que ésta estaba intacta desde antes de que siquiera empezara a hablar. Si su amor era correspondido, era problema de su esposa, o de quien sea que Noah amara en ese momento. Podría ser que él deseara el amor de la otra persona, pero éste no sería indispensable para su autovaloración.

Si tu ser no vale nada, o no es amado por ti, entonces es imposible dar.

¿Cómo puedes dar amor si no vales nada? ¿Qué valor tendría tu amor?

Y si no puedes dar amor, tampoco puedes recibirlo. Después de todo, ¿qué valor puede tener el amor que se le da a una persona que no vale nada?

Parrafo Extraido del libro "Tus Zonas Erroneas" (Capitulo II )

Bajar Libro Gratis:

http://www.bibliotheka.org/?/ver/4788


Comentarios